Antonio José Martínez

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El Padre Martínez nació en Abiquiú el 17 de enero del 1793, en lo que entonces se llamaba provincia de Nuevo Méjico. Sus padres fueron el don Severino Martínez y María del Carmen Santisevan. La vida del presbítero don Antonio José Martínez se extiende a través de las etapas españolas, mexicanas y estadounidenses en la historia de Nuevo México durante la turbulencia del Siglo XIX. En cada una de estas épocas, el Padre Martínez hizo permanentes contribuciones a la educación, religión y a la política de estos tiempos. A pesar de que fue, sin duda, uno de los más influyentes hispanos en la historia de Nuevo México en el Siglo XIX, también hizo el papel de ayudar a formar lo que hoy en día se llama la parte suroeste de los Estados Unidos. Sin embargo, cualquiera información comprensiva y disponible sobre el Padre Martínez es escasa y poca.

Como educador y editor, el Padre Martínez estableció el primer colegio educativo y primario en Taos en el 1826, y en el 1833 también estableció un colegio preparatorio en latín para seminaristas prospectivos, nativos de Nuevo México. Sabiendo que la invasión americana se presentaba como inminente, el padre expandió su curriculum para también incluir cursos en las leyes civiles. Estos estudiantes del padre siguieron a ser unos de los más importantes líderes Nuevo Mexicanos durante la segunda mitad del siglo XIX, y sus alumnos incluyen al primer Fiscal Federal de Nuevo México, escolares legales de importancia, numerosos legisladores territoriales y hasta varios delegados al Congreso de los Estados Unidos. En 1835, el Padre Martínez obtuvo la primera prensa de imprimir en Nuevo México e imprimió libros de gramática, de matemática y de leyes para sus colegios. También, imprimió circulares sobre cuestiones de discurso popular y resumió publicando el periódico regional "El Crepúsculo de la Libertad".

La carrera del Padre Martínez como líder político también fue impresionante. Bajo los gobiernos mejicanos, estuvo elegido a la Asamblea Departamental de Nuevo Méjico y sirvió en esta Asamblea durante los años 1830-31, 1836-37 y 1845-46. En diciembre del 1847, su nombre encabezó la petición formal que buscaba la anexión de Nuevo Méjico a los Estados Unidos, y en 1848 presidió sobre la convención para organizar y establecer a Nuevo Méjico como Territorio de los Estados Unidos. También presidió sobre la Convención Constitucional de Nuevo Méjico en 1850, sirviendo como el Presidente de la Cámara Alta de la Asamblea Legislativa en 1851 y después sirviendo como miembro de ambas Cámaras Altas y Bajas de la Legislatura.

El papel del Padre Martínez como líder religioso se inició cuatro años después de la muerte de su mujer en 1813, cuando Antonio José Martín y Santistevan viajó a Durango, México, donde estudió en el Seminario Tridentino ubicado allí. Regresó a Nuevo México , estableciéndose como uno de los únicos nativos en la clerecía Católica, sirviendo como el párroco de Taos desde 1826 hasta 1867. Como él mismo ha dicho en su último Testamento, y en sus propias palabras, escritas a mano: declaro, que durante los cuarenta y dos años de mi administracion espiritual en varias parte deste Territorio de Nuevo Mexico, y muy particularmente en este Condado de Taos, he procurado y cumplí mi ministerio eclesiástico con la fidelidad y buena fe, que lo mejor de mi conosimiento he podido …con la plena satisfacion que he hecho cuanto he podido, por ilustrar la mente de mis ciudadanos, causarles su bien temporal, y ante todo su bien espiritual, todo porque así me lo há ditado mi religion Cristiana.

Con el cambio de liderazgo en la iglesia Católica, a través de la conquista estadounidense de Nuevo Méjico, Martínez empezó más y más a convertirse en una figura controversial. Conflictos con el liderazgo de la nueva establecida Archidiócesis de Santa Fe y su obispo, Jean-Baptiste Lamy, hizo que llegará el punto en lo cual de excomunicar al padre de la iglesia en 1858. Después de su ruptura de la jerarquía eclesiástica Católica, Martínez continuó a presidir sobre sus parroquianos en su capilla particular y privada (La Purísima Concepción) y esta ruptura con la iglesia, eventualmente llegó a ayudar en abrirles las puertas a los misionarios protestantes dentro de la comunidad hispana en Nuevo México.

Al morir el 27 de julio del 1867, el Concilio Legislativo Territorial de Nuevo Méjico difundió una proclamación en reconocimiento del Padre Martínez como "La Honra de su País". Este tributo hoy en día se ha repetido como monumento conmemorativo en una estatua de tamaño natural del padre, ubicada en el Centro de la Plaza Taos, Nuevo México, con su dedicatoria oficial planeada para el 16 de julio del 2006.

Aunque líderes hispanos, tal como el Padre Martínez, abrazaron los ideales demócraticos y económicos del nuevo soberano, estos ideales a la vez se pusieron en conflicto con la hegemonía política y económica de la región y presentaron varios obstáculos. Por consecuencia, los historiadores estadounidenses, a la vez de escritores de ficción de la última parte del Siglo XIX y la primera del Siglo XX, se burlaban del Padre y de otros líderes hispanos en la difundación de discursos de sentimientos anti-hispanos. Con la inicia del Movimiento Chicano en los años '60 del Siglo XX, historiadores revisionistas empezaron a re-investigar y re-indagar en la vida del Padre Martínez, claramente hecho con ardor y fervor revolucionario.

Durante los últimos veinte años, no se ha publicado mucho sobre el padre. Para poder redefinir y presentar un discurso más balanceado sobre el Padre Martínez, sus contemporáneos y su legado, La Fundación se organizó en 1999 con la misión declarada de "servir para promocionar conocimiento de la cultura e historia del norte de Nuevo Méjico, con énfasis principal en la etapa histórica durante la vida de Antonio José Martínez Cura de Taos, (1793-1867), en conjunto con sus éxitos y logros." Como parte de esta misión educativa, La Fundación ha establecido este Website, para disseminar indagaciones escolares, artículos, informes biográficos, y interpretaciónes artísticas y contemporáneas sobre la vida, el contexto histórico y significativo de este líder religioso y político que también sirvió como un visionario educativo para su pueblo.

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